Calificación Energética Obligatoria para Edificaciones Nuevas en Chile: Exigencia desde 2024
Introducción: Mejorar la eficiencia energética en el sector de la construcción es clave para reducir el consumo de energía y las emisiones en Chile. Con ese objetivo, la Ley de Eficiencia Energética (21.305) introdujo la obligatoriedad de la Calificación Energética de Edificios para nuevas construcciones. A partir de 2023-2025, viviendas y otros edificios nuevos deben contar con una Etiqueta de Eficiencia Energética que informe su desempeño. Este artículo —orientado a inmobiliarias, constructoras, arquitectos, consultores energéticos y profesionales del sector construcción— detalla los alcances de esta exigencia, los plazos de implementación y las implicancias prácticas para el rubro inmobiliario en Chile.
¿Qué es la Calificación Energética de Edificios y a quién aplica?
La Calificación Energética de Viviendas (CEV) es un sistema de etiquetado de eficiencia similar al de los electrodomésticos, pero aplicado a casas y departamentos. Desde 2011 existía de forma voluntaria en Chile, administrado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU)energia.gob.cl. Consiste en evaluar la vivienda en base a su envolvente térmica, sistemas de climatización, calentamiento de agua, iluminación y otros parámetros, para asignarle una clase de eficiencia de la A (más eficiente) a G (menos eficiente). Una vivienda clase A consume mucha menos energía para calefacción, refrigeración y agua caliente que una clase E o F, por ejemplo.
Con la nueva ley, esta etiqueta pasó de voluntaria a obligatoria. En concreto, la ley y sus reglamentos establecen que:
- Nuevas viviendas particulares (casas y departamentos) deben incorporar la Calificación Energética en sus trámites. La obligación rige a partir de 2023 para todas las nuevas viviendas que soliciten recepción final o sean puestas a la ventavaluaciones.cl. Esto significa que las inmobiliarias y constructoras deben obtener la etiqueta CEV de cada unidad y proveerla a los compradores, similar a cómo se entrega el certificado de instalaciones eléctricas o de gas.
- Nuevos edificios de uso público, comercial y de oficinas también estarán sujetos a calificación energética, pero con un plazo mayor. La obligatoriedad para edificios no residenciales comienza a partir del año 2025valuaciones.cl. Actualmente se está desarrollando la metodología específica denominada Calificación Energética de Edificios de Uso Público (CEEUP), la cual se integrará con la certificación voluntaria existente (Certificación de Edificio Sustentable, CES)valuaciones.cl. Esto abarca edificios como hospitales, colegios, malls, oficinas, hoteles, etc., y su etiqueta reflejará la eficiencia global de la construcción.
En síntesis, todas las edificaciones nuevas deberán tener una etiqueta de eficiencia energética: primero viviendas (2023) y luego gradualmente otros tipos (2025 en adelante). Cabe destacar que esto aplica al momento de construir/vender; no implica que edificaciones antiguas deban etiquetarse retroactivamente, pero sí se espera que la norma eleve el estándar de las nuevas construcciones de aquí en adelante.
Implicancias para Inmobiliarias, Constructoras y Profesionales
La exigencia de calificación energética obligatoria trae consigo una serie de consideraciones prácticas para el sector construcción:
- Diseño y especificaciones más eficientes: Para lograr buenas calificaciones (A, B o C) y satisfacer a un mercado cada vez más consciente, las empresas inmobiliarias deberán mejorar las características térmicas y de eficiencia de sus proyectos. Esto incluye utilizar aislación térmica adecuada en muros, techos y pisos según zona climática, ventanas de mejor rendimiento (termopanel, con baja emisividad), sistemas eficientes de climatización y agua caliente (como bombas de calor, paneles solares térmicos, calderas de condensación), entre otras medidas. Si bien la normativa MINVU ya exige estándares mínimos (Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones y Reglamentos Térmicos), ahora habrá un incentivo a superar el mínimo para obtener mejor etiqueta y así hacer más atractiva la propiedad.
- Proceso de calificación durante el proyecto: Obtener la Calificación Energética requiere contratar a un Evaluador Energético acreditado por MINVU que calcule la eficiencia proyectada de la edificación usando el software oficial. Por tanto, las empresas deberán incorporar este proceso en la gestión de sus proyectos. Es recomendable hacer una pre-evaluación en la etapa de diseño (anteproyecto) para anticipar el resultado de la etiqueta y ajustar especificaciones si se busca cierta categoría. Luego, antes de la venta o entrega, realizar la evaluación final para obtener la etiqueta oficial. Esto implica costos adicionales moderados y plazos que deben coordinarse (no dejarlo para último momento previo a la entrega, pues se requiere revisar planos, memoria de cálculo, etc.).
- Transparencia para los compradores: Desde el lado del marketing y las ventas, la etiqueta energética se convertirá en un atributo más de la vivienda que los vendedores podrán (y deberán) comunicar. Por ejemplo, una casa con Calificación Energética “B” tendrá menores gastos en calefacción, lo cual puede expresarse en ahorros anuales estimados para el propietario. Las empresas que logren buenas clasificaciones seguramente lo usarán como argumento de venta (“Proyecto con eficiencia energética Clase A, mayor confort térmico y ahorro para usted”). En cambio, una vivienda calificada con D o inferior podría generar dudas en compradores informados. Esto estimulará una competencia sana por eficiencia en el mercado inmobiliario.
- Fiscalización y trámites municipales: Es de esperar que las Direcciones de Obras Municipales incluyan la exigencia de presentar la etiqueta energética para otorgar la recepción final o permiso de edificación a partir de las fechas indicadas (en algunos casos, podría exigirse al solicitar el permiso de edificación mismo desde fines de 2025, según reglamentación)es.linkedin.com. Por ende, los trámites administrativos de construcción incorporarán este nuevo documento. Las constructoras deben asegurarse de cumplirlo para no retrasar recepciones finales. El MINVU y la SEC serán entes fiscalizadores de que las etiquetas entregadas correspondan realmente a las construcciones finalizadas.
- Aumento en valor de propiedades eficientes: En el mediano plazo, al hacerse masivo el conocimiento de la etiqueta, podría haber una revalorización de las propiedades más eficientes. Así como hoy una vivienda con certificación energética puede venderse/rentarse a mejor precio en Europa, en Chile se espera un efecto similar. Esto beneficia a quienes apuesten temprano por eficiencia, y presiona a todo el mercado a no quedarse atrás en calidad.
Desafíos y Oportunidades
Implementar la calificación obligatoria a nivel país conlleva desafíos importantes. Uno es asegurar la formación suficiente de evaluadores energéticos para cubrir la demanda (el MINVU ha estado acreditando profesionales mediante cursos desde 2022). Otro, uniformar criterios y actualizar las herramientas de cálculo para distintos tipos de edificaciones, especialmente para la CEEUP en edificios mayores.
No obstante, las oportunidades son considerables. Desde la perspectiva de política pública, esta medida hará visible la eficiencia energética de las construcciones, empoderando al usuario final para exigir mejor desempeño. Esto complementa otras iniciativas, como los mejoramientos térmicos en viviendas existentes (subsidios de acondicionamiento térmico) y normas más estrictas de aislación que Chile ha ido adoptando. En conjunto, se espera una reducción sustancial en la demanda energética del sector residencial y comercial en las próximas décadas, aportando más de un 35% de las reducciones de GEI necesarias al 2050 según proyecciones del Ministerio de Energíaenergia.gob.cl.
Para las empresas que se adelanten, existe la posibilidad de diferenciarse como líderes en eficiencia. Un ejemplo es incorporar desde el diseño estrategias de arquitectura bioclimática (orientación apropiada, ventilación pasiva, protección solar) que mejoran la nota energética sin incrementos significativos de costo. También pueden explorar nuevas tecnologías: aislamiento en base a materiales reciclados, vidrios inteligentes, domótica para optimizar consumos, etc. El resultado serán edificios de vanguardia, confortables y con menores gastos operativos para los usuarios.
Conclusión: Un nuevo estándar para la construcción sustentable
La obligatoriedad de la Calificación Energética de Edificaciones nuevas en Chile representa un gran paso hacia la construcción sustentable como norma y no excepción. A corto plazo, las inmobiliarias y constructores deben prepararse integrando consideraciones de eficiencia en todos sus proyectos actuales y futuros, evitando rezagos que puedan traducirse en etiquetas desfavorables. A largo plazo, el parque edificatorio chileno será más eficiente, lo que se traducirá en hogares más confortables y económicos para las familias, y en un menor impacto ambiental del sector construcción.
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